En los últimos años, las y los docentes han puesto en juego sus competencias digitales para atender a sus estudiantes. En este mundo tan cambiante, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han cobrado cada vez más importancia y preponderancia dentro de la escuela. En ese sentido, las IIEE de Fe y Alegría no se han visto ajenas a ello. Un claro ejemplo es el Fe y Alegría N° 19 de Huaraz, Ancash. Esta institución fue una de las ganadoras del concurso del FONDEP con la buena práctica que realizaron de la mano de su docente Jaime Aranda Maceda.
Esta buena práctica se titula “Uso de TIC, TAC y TEP en el aula digital para promover el aprendizaje cooperativo y autónomo en el modelo educativo híbrido”. Hacia inicios del año escolar, se había decidido aprovechar los recursos tecnológicos, tales como los celulares que poseen las y los estudiantes, para los propósitos de aprendizaje. Los resultados obtenidos mostraron la importancia de la integración de las TIC y las metodologías activas en el aprendizaje, como también el involucramiento de la familia en estos procesos.
La problemática: ¿Cuáles fueron las causas?
El proyecto surge a raíz de la identificación de una problemática del aula de sexto grado de la institución educativa. Tras un análisis profundo, se reconoció que las y los estudiantes no realizaban el uso adecuado de los recursos y equipos tecnológicos. Por ende, tampoco se utilizaban las herramientas digitales, las cuales les permitirían desarrollar aprendizajes de manera cooperativa y autónoma.
Asimismo, se identificó que, si bien todas las familias contaban con algún recurso tecnológico, estos no se aprovechaban para fines educativos. Las familias no realizaban un acompañamiento efectivo a sus menores referente al uso de dispositivos. A nivel de desarrollo de competencias digitales, se encontraban en proceso. Es así que se apostó en la premisa de que estas problemáticas se podían resolver desde una mirada innovadora. Debido a que las TIC eran ya parte de la vida de las y los estudiantes, solo había que darles un nuevo enfoque. Evidentemente, eso exigía que las y los docentes también reforzaran sus habilidades. Según menciona el profesor Aranda, estos actores educativos tampoco contaban con las competencias digitales tan desarrolladas.
Actores involucrados
El proyecto contó con importantes aliados clave, quienes aportaron en el proyecto con financiamiento para la adquisición de nuevos recursos tecnológicos. Al mismo tiempo, apoyaron para adquirir servicios de internet para el funcionamiento de los mismos.
Uno de los aliados clave fueron las familias. Gracias a los esfuerzos conjuntos se logró que el aula cuente con internet propio. Este es costeado enteramente por las familias, a fin de que las y los estudiantes puedan acceder permanentemente a la información en la web. Así también, se logró la adquisición de un equipo de sonido que aportó a que las experiencias de aprendizaje sean más enriquecedoras.
El proyecto se presentó al concurso de innovación educativa de la FONDEP. Tras resultar ganadores, se logró contar con financiamiento para la implementación de pizarras interactivas y tablets. Y, de esta manera, contar con aulas digitales de calidad en donde todos y todas puedan aprender.
Primeros pasos: ¿Qué contempló la buena práctica?
Ante la problemática que se veía en la IE, se optó por generar una serie de estrategias que permitieran desarrollar las competencias digitales en docentes y estudiantes. El proyecto se realizó bajo la modalidad de educación semipresencial; y respondió a los enfoques transversales de derechos humanos, inclusión y atención a la diversidad, interculturalidad y género.
Las estrategias que se tuvieron en consideración para la ejecución de la buena práctica contempló dos miradas. La primera estuvo vinculada al nivel de implementación tecnológica. Mientras que la segunda, estuvo relacionada al diseño de estrategias metodológicas para los procesos de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, fueron las siguientes:
- La implementación del aula digital con equipos y accesorios tecnológicos.
- Planificación de experiencias de aprendizaje para desarrollar procesos de aprendizaje híbrido
- Desarrollo de actividades de aprendizaje usando las TIC, TAC y TEP.
En cuanto a los componentes del proyecto, se determinaron los siguientes:
- El aula digital como espacio de aprendizaje
- El trabajo cooperativo, que se basa en la conformación de equipos para trabajar en proyectos de aprendizaje de diversa magnitud. De la misma manera que potencia la evaluación formativa.
- El aprendizaje autónomo, el cual se nutre de los recursos y herramientas tecnológicos (especialmente de las tablet)
- El modelo pedagógico híbrido, que implica actividades presenciales y virtuales, tanto sincrónicas como asincrónicas. Esto facilita y flexibiliza los procesos de enseñanza aprendizaje. Por ejemplo: se facilitan las nivelaciones a estudiantes con dificultades en su aprendizaje bajo la modalidad a distancia, o se utiliza el Whatsapp para coordinar tanto con padres como estudiantes.
Esta práctica se trabajó a nivel de un aula y se integraron a todos los actores del proceso educativo por el período de un año escolar. En ese sentido, participaron 34 estudiantes y un docente.
TIC, TAC, TEP: ¿En qué consisten?
La IE Fe y Alegría 19, de la mano del docente a cargo, una vez que identificaron estas problemáticas, buscaron dar solución al problema. Ello exigió una revisión conceptual de las tendencias que ‘’la nueva normalidad’’ exigen. En ese sentido, las TIC, las TAC y las TEP, iban ganando una mayor visibilización para los sistemas educativos.
Así como se planteó un punto de partida para la ejecución, también se tuvo que hacer a nivel de marco conceptual. Como tal, desde el marco del proyecto, se les entiende de las siguiente manera:
Según Falco (2017), en cuanto a las TIC, se definen como las nuevas tecnologías de la información y comunicación que giran en torno a tres medios básicos. En primer lugar, la informática, la microelectrónica y las telecomunicaciones. Se parte de la mirada que estas se articulan dado que están unidad de manera interactiva e interconexionadas. En efecto, ello permite lograr nuevas realidades comunicativas. Y, como consecuencia, coadyuvan a generar oportunidades para la revisión y transformación de las prácticas educativas.
Por otro lado, las TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento) orientan las TIC a un enfoque más educativo. Dentro del marco del proyecto, permitieron gestar una nueva conceptualización de la enseñanza empleando los entornos virtuales. Esto, según indica Velasco (2017), permite transformar los roles del profesor y estudiante.
Finalmente, las TEP son aquellas tecnologías orientadas al empoderamiento y participación. Según Perazzo (2016) estas permiten que los y las estudiantes puedan crear contenidos siendo los actores principales de sus aprendizajes. En efecto, con las TEP, los estudiantes pueden aprender de manera autónoma y también de manera cooperativa. De este modo, la articulación de estas 3 tecnologías permitió que los estudiantes del Fe y Alegría 19 tuvieran resultados significativos en su aprendizaje. Así también, en el fortalecimiento del vínculo entre docente, familia y estudiantes.
¿Qué supuso la buena práctica? Metodología utilizada
La buena práctica supuso el uso constante de las TIC, para la elaboración de recursos y materiales para ser empleados en la experiencia del aula. Además de ello, se desarrollaron experiencias de aprendizaje híbridas en la que se combinaron momentos presenciales y a distancia, sincrónicos y asincrónicos; así como el uso de diversos espacios, recursos y materiales de manera cooperativa y autónoma, usando con responsabilidad las TIC, TAP y TEP.
Un aspecto fundamental en el desarrollo del proyecto fue la organización del aula, en donde se establecieron zonas de aprendizaje en relación al tipo de utilidad que se le darían a los recursos tecnológicos. Se determinaron cuatro zonas de aprendizaje, estas fueron:
- Zona de interacción y participación: Esta zona consta de una pizarra interactiva, y es el espacio en el que se reúne todo el grupo para brindar orientaciones generales, formular preguntas e indagar los saberes previos.
- Zona de Indagación, investigación y desarrollo: En esta zona se encuentran las 11 tabletas y es un espacio en el que, de manera colaborativa, se facilita la búsqueda inmediata de la información. El trabajo con tablet agiliza la subsanación de dudas y ayuda especialmente a los chicos con mala conectividad en sus hogares
- Zona de exploración, creación y diseño: En esta zona están dispuestas 7 mesas grandes para el trabajo grupal y la pantalla de televisión, la cual sirve para compartir algunos de los productos y evidencias realizados ( ya sea reportajes o productos audiovisuales) como parte de los proyectos de aprendizaje.
- Zona de colaboración y cooperación: Esta zona aún está en proceso de implementación. A pesar de ello, se dispuso una pequeña biblioteca y se cuenta con un equipo de sonido que se puede usar para fines educativos o de manera recreativa en el tiempo libre.
Estos espacios y/o zonas de aprendizaje ayudaron a definir la situación de enseñanza-aprendizaje, permitiendo la creación de un ambiente estimulante para el desarrollo de todas las capacidades de las y los estudiantes, así como favorecer la autonomía y motivación del equipo de docentes (Gutiérrez & Pérez, 2002, p. 134).
La división de las zonas de aprendizaje, permitió a las y los estudiantes trabajar constantemente en grupo. De igual forma, favoreció el aprendizaje cooperativo y el desarrollo de competencias y habilidades sociales. Al mismo tiempo, se fortaleció el aprendizaje autónomo y las competencias digitales de las y los estudiantes. Además de ello, como metodología para lograr aprendizajes significativos, se utilizó el aprendizaje basado en proyectos. Los cuales eran mediados por las TIC, TAC y TEP.
¿Cuáles fueron los resultados?
Las y los estudiantes, conforme se iba desarrollando el proyecto, fueron cambiando progresivamente sus formas de relacionarse con los dispositivos electrónicos. Inicialmente, el uso de estos en los procesos de enseñanza-aprendizaje no tuvo éxito pues se hacía un uso inadecuado de los mismos. Sin embargo, con el paso del tiempo y el acompañamiento del docente a cargo, se empezó a gestar una cultura de uso responsable y educativo de los dispositivos electrónicos así como de las herramientas digitales.
Si bien al inicio había un escaso acompañamiento de la familia a los estudiantes, tiempo después se observó que se involucraron más en los procesos de aprendizaje de sus menores. Esto pues, mediante reuniones con las familias, se buscó que estos concibieran a las redes sociales como un recurso para acompañar a los estudiantes y fortalecer el trabajo de la tríada docente-familia-estudiante, independientemente de la modalidad trabajada.
Con el paso del tiempo, en agosto del 2022, el proyecto postula y gana el concurso de innovación educativa del FONDEP, por lo que las perspectivas del proyecto se amplían. Utilizando dicho financiamiento, así como otros medios tales como donaciones de actores externos o aportes de la comunidad educativa, se logró implementar un ecosistema digital dentro del aula, lo cual incluye una pizarra interactiva, once tablets, una televisión de 65 pulgadas y un servicio estable de internet. Lo que favorece a la continuidad de la buena práctica, e incluso, la réplica de ésta en otras aulas, e incluso, en otras instituciones educativas.
Reflexiones y conclusiones de la buena práctica
A partir de la voz de Jaime Aranda Maceda, docente que llevó a cabo la buena práctica, hemos rescatado las siguientes reflexiones y conclusiones:
- El uso correcto de las TIC permite el acceso a la información en tiempo real, lo que facilita la resolución de problemas y dudas que pueden surgir en el transcurso de la clase con rapidez.
- En cuanto al logro de autonomía, esta se nutre de la posibilidad que se abre de investigar diferentes fuentes y profundizar fácilmente según sus intereses o necesidades con las tabletas. Asimismo, el portafolio reemplaza a los cuadernos, lo que permite mayor libertad en cuanto a la selección de evidencias significativas.
- En relación al trabajo cooperativo este se ve beneficiado por la disposición de los espacios así como la disponibilidad de tecnología. Las tablets deben ser usadas en grupos de 3 lo que permite la construcción de aprendizajes colaborativamente. Además de ello, el uso de los celulares sirve para facilitar las comunicaciones entre estudiantes y, por ende, entablar diálogos que permitan construir aprendizajes.
- En cuanto al pensamiento crítico la oportunidad que brinda las TIC de acceder fácilmente a las fuentes de información de la web, genera que las y los estudiantes se responsabilicen de la disponibilidad de favorece la búsqueda de diferentes fuentes de información, la cual ellos mismos deben discernir.
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