La Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes (UMC) del MINEDU ha hecho públicos los resultados de su Estudio Virtual de Aprendizajes – EVA 2021. Este estudio, que reemplaza a las habituales Evaluaciones Censales y Muestrales, es una evaluación virtual que busca conocer la situación de los aprendizajes y factores contextuales de nuestros estudiantes y, por primera vez, sobre sus habilidades socioemocionales (HSE).

Debemos indicar, antes de comenzar, que hay diferencias con sus antecesoras. La Evaluación Censal (ECE) funciona, como su nombre indica, como un Censo, similar al que realiza el INEI cada 10 años (el último fue en 2017), y se enfocan al total de la población estudiantil. La última ECE, de 2019, se realizó a estudiantes de 2º de secundaria (quiénes, por cierto, están por egresar este mismo año). La Evaluación Muestral (EM), en cambio, selecciona un porcentaje de la población (una muestra estadística), que busca representar a la totalidad. La última que se realizó fue a los estudiantes de 2º y 4º de primaria. Ambas evaluaciones eran presenciales, realizándose al interior de la escuela, bajo la supervisión de sus docentes.

Sin embargo, en la EVA 2021, solamente pudieron participar aquellos estudiantes que tuviesen un dispositivo móvil y una conexión a internet. Esto presenta un sesgo, pues deja fuera a los estudiantes más vulnerables y en riesgo de exclusión, especialmente aquellos en áreas rurales, dónde apenas hay cobertura de internet, o en las zonas urbanas periférico-marginales, dónde, al igual que en las familias rurales más pobres, apenas se pueden costear un celular para toda la familia. Además, ello también impide que haya una representatividad estadística de los resultados, a diferencia de las ECE y EM. Además, tampoco ha sido diseñada para responder a la efectividad de los programas implementados durante la pandemia como Aprendo en Casa; está diseñada para medir los resultados de aprendizaje, los factores contextuales estudiantiles y la situación de las HSE de los estudiantes de primaria y secundaria.

En el presente artículo, estaremos analizando los resultados brindados por la UMC en el informe publicado “Estudio Virtual de Aprendizajes EVA 2021”, disponible en su página web, con respecto a los avances en los últimos años.

¿Quiénes y cómo han participado?

La EVA está, como hemos comentado, orientada a realizar un diagnóstico de los estudiantes durante el contexto de pandemia. Para ello se han realizado entrevistas, cuestionarios y pruebas a estudiantes de 2º, 4º y 6º de primaria, y de 2º de secundaria. El número de estudiantes y las pruebas administradas se han realizado de la siguiente manera:

2º de primaria4º de primaria6º de primaria2º de secundaria
Población que evalúaEstudiantes con celular, que supone el 81,3% del total.Estudiantes de escuelas públicas, beneficiarios de tablets del MINEDU y conexión a internet. Supone el 49,35% del total.Estudiantes con dispositivos móviles e internet. Supone el 59,1% del total.Estudiantes con dispositivos móviles e internet. Supone el 48% del total.
Tamaño de la muestra3 183 estudiantes4 864 estudiantes11 658 estudiantes11 277 estudiantes para las pruebas.
3 363 estudiantes para las HSE
Instrumentos utilizadosEntrevistas, cuestionarios y otros instrumentosPruebas y cuestionariosPruebas y cuestionariosPruebas y cuestionarios

Como observamos, si bien no hay representatividad estadística, si tenemos un buen número de estudiantes de los diversos grados. Esto permite realizar aproximaciones a los resultados reales del último año, y fijar la atención en las problemáticas que surgen del estudio.

¿Cómo han variado los resultados de aprendizaje en los últimos años?

En esta ocasión, la UMC ha analizado y presentado una tendencia de los resultados de los aprendizajes de los estudiantes entre ambos años. Así, en primer lugar, han comparado los resultados de los estudiantes que, en 2015, se encontraban en 2º de primaria y participaron en dicha ECE y que hoy se encuentran en 2º de secundaria. La UMC ha encontrado que, de aquellos estudiantes que participaron en la ECE 2015, los que han participado en la EVA 2021 han obtenido unos resultados superiores al resto de la población estudiantil. En el siguiente gráfico vemos que aproximadamente 1 de cada 2 estudiantes a nivel nacional se encontraba en nivel satisfactorio. Sin embargo, 6 de cada 10 de los estudiantes que han participado en la EVA 2021 se encontraban en dicha situación.

Para lograr la comparación entre ambas pruebas, es importante comprender que no se evalúa a los mismos estudiantes (ya que estos se encuentran en grados superiores, o incluso han terminado sus estudios), sino que se han construido grupos que comparten características similares, como las puntuaciones previas, el índice socioeconómico, sexo, área y gestión de la escuela, etc.

El análisis de la tendencia histórica nos demuestra algo que confirma los temores de la mayor parte de los expertos en educación: la pandemia no solo ha ralentizado la mejora de los aprendizajes, si no que en el caso de la lectura, ha hecho retroceder la tendencia. Nuestros estudiantes se encuentran en peor situación en cuanto a lectura que sus pares de años anteriores. Así, si bien en esta prueba había una tendencia a una ligera mejora entre los años 2015 y 2019, los resultados de 2021 han retrocedido enormemente, poniéndonos 15 puntos por debajo del anterior mínimo histórico, y acercando al promedio de los estudiantes de secundaria a un nivel calificado como en proceso. Esto implica que los avances de los últimos años se han perdido, alejándonos del horizonte de un nivel de lectura satisfactorio para nuestros cientos de miles de estudiantes de secundaria. Este retroceso es crítico, puesto que no solamente se debe trabajar para recuperar el nivel previo a la pandemia, sino que se ha retrocedido a niveles históricos.

En el caso de los resultados de matemáticas la situación de retroceso no ha sido tan drástica. Si bien la tendencia histórica era muy positiva, habiendo mejorado enormemente entre el año 2015 y el año 2019, el retroceso a causa de la pandemia no ha devuelto los resultados a sus mínimos históricos, sino que lo ha devuelto a los niveles de 2018. ¿Es positivo? En absoluto, pero es mejor que los resultados de lectura, a los que, sin duda alguna, hay que poner atención desde el ámbito político, pedagógico, familiar y de gestión. No obstante, al igual que en el caso de la prueba de lectura, nuestros estudiantes se alejan de alcanzar un nivel satisfactorio, y se debe hacer énfasis en recuperar lo perdido durante la pandemia.

¿Cuáles son esas diferencias según las características de nuestros estudiantes de secundaria?

Como hemos visto, hay diferencias importantes en las tendencias históricas de los resultados de las distintas pruebas realizadas por el MINEDU a los estudiantes. Ahora veremos la comparación que realiza la UMC según los niveles de logro, la prueba realizada (veremos la ECE 2019 y la EVA 2021) y los distintos grupos

En el caso de las medidas de lectura, ha habido una regresión generalizada en todos los estratos a niveles previos a la pandemia. Esto se observa tanto a partir de los promedios de puntuación, que se han reducido en todos los casos, como en el hecho de que los estudiantes con un nivel de logro satisfactorio han disminuido en todos los casos. En el caso de los sexos, ha habido mayor retroceso en el caso de las mujeres que de los hombres. Mientras que según el tipo de área y gestión de las escuelas, destacan los casos de las escuelas públicas urbanas y las escuelas privadas, que han tenido una disminución similar en cuanto a puntuación. Al contrario, en las escuelas públicas rurales ha sido dónde menos ha disminuido la puntuación promedio, la cual, de todas formas, ya era la más baja de todas.

En cuanto a los estudiantes en nivel de logro satisfactorio, ha habido una disminución de casi la mitad del porcentaje que teníamos en 2019, pasando de un 30% a un 18%. Acompañado de este retroceso, también es alarmante el aumento de estudiantes con un nivel de logro en inicio. Esto nos indica que los estudiantes que podían tener un nivel de logro satisfactorio previo a la pandemia han retrocedido a un nivel en proceso, y estos hacia un nivel en inicio. Esto es un retroceso generalizado en todos los ámbitos, cuya incidencia es mayor en los estudiantes de menor nivel. En el caso de los varones, se ha reducido un 10% el porcentaje en nivel satisfactorio, mientras que en las mujeres este porcentaje ha sido un poco mayor, alcanzando un 12%. En el caso del área y gestión de las escuelas, ha habido retrocesos en torno al 15% de estudiantes que dejan de tener un nivel satisfactorio tanto en las escuelas públicas urbanas, como en las escuelas privadas. Es especialmente preocupante el porcentaje de estudiantes en áreas rurales que tienen un nivel satisfactorio, puesto que es del 7%. Esto quiere decir que, en nuestras escuelas públicas rurales, solo 7 de cada 100 estudiantes es capaz de entender adecuadamente lo que lee.

Esta tendencia de mayores dificultades en la lectura a causa de la pandemia se da también a nivel mundial. Y es que, según datos de las Naciones Unidas, el número de niños y niñas con dificultades para leer adecuadamente ha aumentado en más de cien millones a causa de la pandemia y el consecuente cierre de escuelas.

En cuanto a los resultados promedio en matemáticas, también ha habido retrocesos en todos los ámbitos. De manera general, se han perdido 13 puntos promedio. En el caso de esta prueba, los varones han reducido mucho más su puntuación promedio que las mujeres. Además, los estudiantes de escuela pública urbana han sido los más afectados, seguidos de cerca por los estudiantes de escuelas privadas. Ha habido una disminución menor en el caso de estudiantes de escuelas públicas rurales, pero al igual que en el caso de la prueba de lectura, son los que tienen una puntuación promedio menor.

¿Y qué ha sucedido con los estudiantes que estaban con un nivel de matemáticas satisfactorio? Pues que ha habido una reducción al igual que en el resto de los casos. A nivel general, hemos pasado de un 33,8% de estudiantes con un nivel de razonamiento matemático satisfactorio, a un 27,7%. Ha habido una reducción mayor de varones (del 38% al 30,5%) frente a mujeres (del 29,3% al 24,7%), que en ambos casos ha sido más atenuada que en la prueba de lectura. Si ponemos la mirada en el área y gestión de la escuela, ha habido resultados similares, con un retroceso de entre el 5% y el 7% de estudiantes en nivel satisfactorio.

Algo importante que destacar con estos resultados, también es que el porcentaje de estudiantes con un nivel de logro previo al inicio ha disminuido, a diferencia de los resultados de lectura. Esta reducción, también ha ido acompañada de una reducción del porcentaje de estudiantes con nivel en proceso. Pero, lo que implica que el porcentaje de estudiantes con nivel satisfactorio, en proceso y previo al inicio haya disminuido, es que la gran mayoría de estudiantes se concentra en un nivel de logro en inicio. Es decir, frente a la que podría ser una buena noticia de una reducción de estudiantes con un nivel previo al inicio (que lo es), nos acompaña una reducción generalizada del porcentaje de estudiantes con niveles satisfactorios o en proceso.

Según los autores del estudio, en todos los grados se ha encontrado que hay un rezago por parte de los estudiantes hasta de más de dos años de escolaridad. Esto se suma a la condición prepandemia, con estudiantes que ya se encontraban por detrás de los aprendizajes esperados, y que la pandemia ha acrecentado. Esta situación se agrava según pasando los años de escolaridad, generando mayores desigualdades entre los estudiantes que obtienen mejores resultados y aquellos que obtienen menores. Además, es mayor en matemáticas, y especialmente crítica en las áreas rurales. Los autores del estudio también indican que el rezago de más de dos años de escolaridad en lectura en 6º de primaria es del 13,1%, llegando al 52,2% en estudiantes de secundaria. Por otra parte, en matemáticas es del 28,6% en 6º de primaria y del 54,5% en 2º de secundaria.

En países como España, donde el cierre de escuelas entre los años 2020 y 2021 fue de 15 semanas, frente a las 75 en Perú, se estima que los estudiantes de escuelas públicas perdieron medio curso escolar en el aprendizaje de matemática durante el primer año de la pandemia. En el caso de Perú, dónde el cierre de las escuelas duró 5 veces más, el impacto, como hemos visto, ha supuesto un retroceso de varios años para nuestros estudiantes.

Conclusiones

Los resultados de la EVA 2021 no son nada alentadores. La pandemia ha afectado gravemente a los aprendizajes de los estudiantes a nivel mundial. En el caso de los estudiantes de secundaria peruanos, el retroceso ha sido generalizado, perdiendo años enteros de avances en las puntuaciones en las pruebas estandarizadas, y en el caso de la lectura, llevándonos a la peor situación que ha habido en más de 7 años.

Este impacto a la educación es especialmente grave en el caso de las escuelas rurales, que, si bien han sido las que mejor han soportado el golpe, con una reducción menor de sus estudiantes en niveles satisfactorios, son las que tienen a sus estudiantes en una situación más crítica, puesto que ya venían de una situación complicada antes de la pandemia.

Es importante recordar que los estudiantes que han participado en las pruebas son aquellos que tenían acceso a internet y dispositivos digitales durante la pandemia. Si bien no podemos especificar el nivel socioeconómico de estos estudiantes, debemos indicar que solo 4 de cada 10 personas en áreas rurales hacen uso de internet, frente a casi 8 de cada 10 en áreas urbanas, según los últimos datos del INEI. Esto quiere decir que el uso es mucho menos generalizado en áreas rurales, lo que involucra cierto sesgo en la investigación, por lo que los resultados reales podrían ser mucho más dramáticos que los que presenta la UMC.

El informe presenta una situación clara, que debe ser abordada por los actores educativos en su conjunto. El regreso a las aulas no puede venir acompañado de un trabajo igual que antes de la pandemia: se debe realizar un fuerte esfuerzo para revertir esta tendencia a nivel nacional, enfocándose especialmente en las áreas rurales, que han sido las que más dificultades han tenido, como vimos en nuestro Informe “Entre la pandemia y la reapertura de escuelas”, y como se ve en la EVA 2021.

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Coordinador del Observatorio de la Educación Peruana. Es Docente, Investigador y coordinador de proyectos en el Instituto de Investigación y Políticas Educativas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.


Ander Alonso-Pastor

Coordinador del Observatorio de la Educación Peruana. Es Docente, Investigador y coordinador de proyectos en el Instituto de Investigación y Políticas Educativas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

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