¿Qué sabemos sobre la ruralidad en el Perú? En particular, ¿qué aspectos de los entornos rurales son los más relevantes para contribuir hacia políticas educativas pertinentes? En base a un documento comisionado por el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM 2020), Ruralidad y Educación en el Perú, a continuación compartimos algunas cifras y reflexiones al respecto.
Tendencias demográficas
En cuanto a las tendencias demográficas y los procesos que las impulsan, debemos remitirnos – por el momento – hasta el último censo nacional del año 2017. En ese sentido, como se ve en la figura 1, bajo la categorización urbana-rural, ambos segmentos de la población han venido presentando crecimiento a diferentes ritmos hasta el año 2007.
Figura 1
Entre 2007 y 2017 se registró una reducción en la cantidad de personas censadas en entornos rurales, como puede verse de manera aún más clara en las cifras de diferencia intercensal (Figura 2). La reducción fue mayor al medio millón de personas. El informe resalta que es la primera vez en la historia republicana del Perú que se registra una reducción en tal variable en el entorno rural. Asimismo, es importante la mención a diversos procesos que pueden venir aportando a tal cambio de tendencia: urbanización, litoralización, re-distribución en entornos rurales, características socio-demográficas, entre otros.
Figura 2
Brechas e implicancias en la educación
Tomando una selección de variables vinculadas a brechas usualmente reconocidas en entornos rurales, especialmente, podemos ver la marcada diferencia en relación a entornos urbanos y al promedio nacional (Figura 3). En relación a población en situación de pobreza monetaria, población en situación de pobreza monetaria extrema, población con al menos una necesidad básica insatisfecha y tasa de desnutrición crónica (menores de 5 años), los entornos rurales presentan al menos el doble de ocurrencia en relación a entornos urbanos, y hasta 10 veces el promedio nacional.
Figura 3
Estas cifras tienen implicaciones evidentes en lo que demanda el diseño y desarrollo de estrategias de educación. La alta tasa de desnutrición (1 de cada 4 niñas/os, en la ruralidad) significará probables complicaciones en el desarrollo cognitivo. La carencia de necesidades básicas significará potenciales complicaciones a nivel de la salud de cada estudiante, sus familias, personal docente y directivo, además de alejar mejores condiciones de bienestar.
Cada brecha, bajo el sector educación, demandará enfoques particulares. Para ello, debe entenderse a profundidad, también, la diversidad de entornos rurales. En la figura 4 se observa un primer acercamiento a ello desde las cifras e informe referenciado, en este caso usando datos del INEI. En cuanto a situación de pobreza monetaria, las cifras para sierra y selva rural están por encima del doble del promedio nacional. Para la sierra rural, en particular, esta cifra significa que 1 de cada 2 personas se encuentra en esta situación. Por otro lado, la costa rural (24,6) se encuentra muy cerca al promedio nacional (21,7).
Figura 4
En cuanto a las necesidades básicas, el caso de la selva rural es crítico, con una incidencia de casi 3 veces el promedio nacional, y 2 veces las cifras para costa y sierra rural. Esto significa que 3 de cada 5 personas en la selva rural tienen al menos 1 necesidad básica insatisfecha. Desde los entornos de costa y sierra rural, las cifras son muy similares (28,3 y 29,5%, respectivamente). Son claras las implicancias en el sector educación. Desde la priorización y consideraciones de diseño en relación a infraestructura educativa, hasta todo lo relacionado a inclusión y proyectos de vida que tomen en cuenta los entornos y retos particulares que enfrentará cada estudiante en tales contextos.
Tipos de ruralidad
En esa misma línea, de afinar el entendimiento de las realidades particulares en el entorno rural, es importante mencionar las diferentes formas de categorizar los tipos de ruralidad y en relación a qué sector se hace tal ejercicio. El informe sustenta esto en base a que una “dicotomía urbano-rural ya no da debida cuenta de una realidad compleja como la actual”. En particular, en el sector educación se usan 3 categorías de ruralidad según cantidad de personas de un centro poblado y la distancia (en tiempo) hasta una capital de provincia:
Habitantes | Tiempo hasta capital de provincia | |
Rural 1 | Hasta 500 | Más de 2h |
Rural 2 | Más de 500 | Más de 2h |
Rural 3 | Más de 500 | Menos de 2h |
Hasta 500 | Menos de 30min |
Objetivos de aprendizaje
Sin un análisis más profundo, no podemos plantear un vínculo causal entre el contexto presentado y los resultados en cuanto a porcentaje de estudiantes que lograron los objetivos de aprendizaje según cifras oficiales. Con esa premisa en mente, de todos modos es interesante indagar en las mismas. A continuación, en la figura 5 se puede seleccionar y visualizar los porcentajes obtenidos en cuanto a logro de aprendizajes en comprensión de textos, matemáticas y ciencias sociales, respectivamente. Se toma el caso de 2do año de secundaria. Estos resultados se ven a través del promedio nacional, desagregados por sexo, por área (urbana/rural) y por tipo de gestión (pública/privada).
Figura 5
Es de resaltar el incremento generalizado en las áreas de comprensión lectora y matemática, desde 2016 a 2018. Esto, sin embargo, debe tomarse considerando que los porcentajes en mejoría relativa rondan el 15%, lo que no es muy alto en términos generales: sólo 3 de cada 20 estudiantes lograría sus objetivos. Hacia 2019, esta tendencia se mantiene para el caso de matemáticas pero, para el caso de comprensión lectora, se vio una ligera reducción, también generalizada.
Para el caso de ciencias sociales se ha visto una reducción también generalizada, a todo nivel y bajo todos las formas de desagregación propuestas. Se necesitarían mayores estudios para poder entender las razones de este decrecimiento.
Observaciones finales
Estas cifras nos presentan una realidad compleja y dinámica. Adecuar las estrategias, políticas y prácticas educativas a tal realidad o, mejor, a tales realidades rurales, es sin duda un reto. El informe menciona precisamente que, si bien esta información “podría servir para orientar mejor la atención educativa en dichas zonas”, suele usarse para acciones muy puntuales o, a veces, aisladas, tal como la asignación de bonos diferenciados. Esto, en sí mismo, es valioso, pero sin que se integre a estrategias integrales desde el sector educación y, más aún, multisectoriales, seguirá enfrentando retos profundos de fondo.
Estudiante de Educación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Ha sido comunicadora del Observatorio de la Educación Peruana entre 2020 y 2023.
2 comentarios
Martha Rosa Villavicencio Ubillús · 30/06/2023 a las 02:11
La atención adecuada a las necesidades educativas en los ámbitos rurales es un reto. Supone una decisión política que le dé prioridad pues aunque el servicio que se brinda actualmente en las instituciones educativas no es de la calidad que se espera; sin embargo de un modo u otro las personas que pertenecen a comunidades rurales tienen cada vez mayor conciencia de su derecho al poder político y reclaman justicia en el ejercicio del derecho a la educación entre otros. Es urgente la comprensión de la necesidad de justicia educativa en nuestro país, en particular de parte de nuestros legisladores y poder ejecutivo…La paciencia de los pobladores rurales se está agotando. Es necesario establecer puentes de diálogo con los campesinos, a través de los diferentes sectores y niveles de gobierno a fin de que sinérgicamente y con la sociedad civil se puedan implementar polìticas educativas para la justicia educativa, prioritariamente en las comunidades rurales. Me parece pertinente que desde El Observatorio de la Educación Peruana se esté trabajando en la perspectiva de promover y aunar esfuerzos para contribuir en la búsqueda y operativización de estrategias que permitan resolver la compleja problemática educativa en ámbitos rurales de la costa, sierra y selva de nuestro país.
Martha Rosa Villavicencio Ubillús · 30/06/2023 a las 03:08
Me parece pertinente que desde el Observatorio se esté trabajando en la búsqueda e implementación de estrategias adecuadas para contribuir a la solución de la aguda y compleja problemática de la educación secundaria, prioritariamente en las áreas rurales de nuestro país. En este sentido es urgente la decisión política de los gobiernos de turno, que en la línea de un proyecto sostenido apunten al cierre de brechas existente entre los logros de aprendizaje de los estudiantes de II. EE en ámbitos rurales y los de aquellos cuyas II. EE son de zonas urbanos. Asimismo es necesario aunar esfuerzos haciendo sinergia entre los actores educativos representados por sus autoridades y la sociedad civil para diversificar el currículo nacional y/o regional conjuntamente, y buscar estrategias innovadoras que respondan a las necesidades de desarrollo de las potencialidades personales de cada educando, y de las de su comunidad. Las primeras décadas del siglo XXI nos han traído nuevos retos, ante una postpandemia con brechas acrecentadas, la crisis política peruana, la crisis climática global, y la inteligencia artificia entre otros, es urgente repensar sobre nuestro sistema educativo, en particular sobre la educación rural…