La Resolución Ministerial Nº 245-2021 publicada los primeros días de julio detalla la estrategia para el Buen Retorno del Año Escolar (BRAE).  Esta estrategia cuenta con cuatro componentes, por cada uno tiene un número distinto de productos. Estos son planes y proyectos a realizarse en lo que resta del 2021 y el 2022. Además, cuenta con cuatro estrategias transversales para llevar a cabo las propuestas. Fueron presentados en nuestro artículo “4 componentes de la Estrategia del Buen Retorno del Año Escolar”.

El documento es importante para poder visualizar cuáles serán los pasos a seguir en la gestión educativa de las regiones, pero hay algunos elementos que sobresalen y se detallarán a continuación.

¿Qué partes de esta estrategia son las más relevantes?

En primer lugar, la progresiva reapertura de las instituciones educativas ya sea de modo semipresencial o presencial. Ya hay instituciones educativas que desde abril de este año han comenzado con una educación semipresencial. José Carlos Vera, Director General de Gestión Descentralizada del Minedu indicó que 2.933 colegios de áreas rurales ya trabajan en clases semipresenciales. También se han habilitado en total 2.100 escuelas urbanas para el regreso a la semipresencialidad.

Además, se llevan a cabo medidas que permitirán mejorar tanto la educación a distancia, como semi-presencial o presencial en el ámbito urbano o rural. Por ejemplo, mencionan el proyecto piloto para la matrícula digital llevado a cabo bajo la competencia de la UGEL Tacna.

Segundo, otro punto a destacar en la Estrategia para el Buen Retorno del Año Escolar es la importancia de las políticas de abajo hacia arriba; hay constantes menciones al rol activo que deben tener las comunidades y familias. Por ejemplo, en el componente 1: Acceso y continuidad para el desarrollo de competencias de los estudiantes, se hace énfasis en el rol de la familia y la comunidad. Es ahí donde los y las estudiantes desarrollan competencias para la vida en sociedad como ciudadanos; así mismo, les permite desarrollar habilidades socioemocionales y su capacidad de resiliencia para afrontar retos.

Ambos temas se unen al señalar que, aunque el retorno a aulas deberá ser gradual, serán las familias quienes decidan si la educación que reciben sus hijos e hijas será a distancia, semipresencial o presencial. Coordinando con las IE y siguiendo las acciones correctas para llevar a cabo el proceso de retorno. Favoreciendo el bienestar de los y las estudiantes, así como lo mejor para el desarrollo de sus aprendizajes. Para esto deberán tomar en cuenta el contexto social y las medidas de bioseguridad adecuadas.

En tercer lugar, otro tema constante en la estrategia para el Buen Retorno del Año Escolar es el bienestar socioemocional de todos los actores educativos ya sean docentes, estudiantes o familias. Incluso ese bienestar es parte del perfil de egreso que se busca en el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB).

El cuarto punto es lograr medidas y acciones que apoyen a los y las estudiantes en su proceso de aprendizaje y eviten la deserción escolar que ha aumentado durante la pandemia. Esto se puede percibir en todos los niveles, según la consultora The Learning Factor 300,000 niños en etapa preescolar dejaron de estudiar durante la pandemia lo cual traerá consecuencias en su desempeño a futuro. En el Componente 1, el producto 5: Estrategias disponibles y accesibles para la reinserción y la continuidad educativa se señala que la interrupción de los estudios, aunque tiene diversas causas es una problemática que se ha incrementado por la pandemia. Para esto se indican ciertas medidas para dotar a las IE, directivos y docentes de herramientas como el Sistema de alerta temprana (Alerta Escuela) para prevenir la deserción escolar. También se busca fortalecer los programas de gestión y propuestas pedagógicas que incluyen los programas para familias y la participación estudiantil.  Así mismo, el Servicio de Apoyo Educativo (SAE) asesora a docentes y directivos de Educación Básica y Técnica Productiva como parte del marco de educación inclusiva a través del Servicio de Apoyo y Asesoramiento a las Necesidades Educativas Especiales (Saanee) y el de apoyo virtual EBE. Ambos servicios implementados durante la pandemia por el Minedu.

Estas serían algunas de las herramientas que ayudan a detectar casos de abandono antes que sucedan así cómo llevar a cabo acciones que eviten la deserción escolar apoyando a estudiantes y familias.  También es importante tener en cuenta como señala Ricardo Cuenca, director del IEP, que una de las consecuencias más graves de la pandemia ha sido la deserción escolar afectando más a los y las estudiantes de áreas rurales.

Por último, se busca cerrar la brecha digital proveyendo tabletas y cargadores electrónicos a docentes y estudiantes. Cabe resaltar que en el Componente 3: Material educativo distribuido y acciones para el cierre de brecha digital, Producto 2 se indica que habrá dos entregas de tabletas y cargadores. Una entrega será en abril del 2022, esta abarcará el 47% de tabletas y 56% de cargadores para estudiantes y docentes. La segunda entrega en junio del mismo año ya correspondería al 99% de ambos productos electrónicos.

Otras acciones son generar bancos de materiales y herramientas que puedan ser utilizadas por docentes para apoyar a sus estudiantes. Como indica la Defensoría del Pueblo urge acelerar la brecha digital para garantizar la educación a distancia.

Algunos vacíos en la estrategia

Hay aún algunos temas en esta estrategia para afianzar. En principio, dependiendo del presupuesto para el próximo año se podrá saber cuánto financiamiento tendrán, por ejemplo, kits de higiene, mascarillas y otros elementos que son necesarios para seguir las medidas de bioseguridad. Es posible que con estas medidas la comunidad educativa se sienta más segura en materia de bioseguridad en su posible regreso a las aulas. También en el apoyo a docentes y directivos en su salud socioemocional. Aunque se plantean ideas concretas como una plataforma, apoyo de psicólogos y otras herramientas se tendría que evaluar después de un tiempo si los y las docentes se han sentido apoyados y atendidos. Tras lo expuesto, si bien se han optado por algunas estrategias que se han puesto en marcha, consideramos que existen aún algunos vacíos por atender. Por tanto, es conveniente hacernos la siguiente pregunta ¿Qué retos traerá el 2022 con respecto al posible retorno a la educación semipresencial o presencial? Les invitamos a compartir sus opiniones al respecto.

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