El rol agentivo del lenguaje

¿Cuáles son las consecuencias que genera la discriminación lingüística en el desarrollo de niños y niñas en el Perú? Como se indica en el artículo Unos sobre otros: La discriminación lingüística en el Perú, las lenguas se encuentran en constante cambio. Las variaciones lingüísticas se dan a través del tiempo, pero también encontramos modificaciones en una lengua dependiendo de las regiones o lugares en donde esta se hable.

La lengua forma parte de la identidad de una persona. Es un elemento esencial en las interacciones entre seres humanos viviendo en sociedad. En el artículo antes mencionado, Roberto Brañez, magíster en Lingüística por la PUCP y profesor de la UARM, señala el rol agentivo que tiene el lenguaje. Su uso nos permite construir nuestra identidad pero también comprender cómo percibimos la identidad de las y los demás. Según la lengua que se hable, la forma y el uso que se le dé vamos construyendo nuestra pertenencia o no a un determinado grupo social ya sea académico, cultural, entre otros. Brañez indica el uso constante  que se le da al castellano en comparación a las lenguas originarias. El castellano es usado  en distintas interacciones ya sean culturales, políticas, sociales, u otras. Mientras, esto no sucede con las lenguas originarias. Al quitarles funcionalidad y prestigio en comparación con el castellano,  hace que estas sean más propensas a desaparecer. De esta manera, las diferencias valorativas y jerarquías entre lenguas, son un discurso enraizado y normalizado en la sociedad.

Para profundizar en este y otros temas relacionados los invitamos a leer los artículos Amazonas y Cusco: hablan las y los adolescentes, Segregación educativa en el Perú y La Lengua oral y las prácticas comunitarias como espacio educativo alternativo.

La discriminación linguística

En el artículo La internalización del discurso racista en los jóvenes asháninkas, de Nila Vigil Oliveros y Roberto Zariquiey, se describe la percepción de jóvenes asháninkas sobre su lengua  y la importancia que tiene para estos. Como menciona el artículo, al sostener que una lengua es mejor que otra  no solo se discrimina a la lengua sino a los hablantes de esta.  Una lengua existe a partir de sus hablantes. Una forma de discriminación linguistica se da en el uso de las palabras lengua y dialecto. La lengua es un sistema de comunicación verbal y los dialectos son las variaciones de una lengua, dependiendo del área geográfica donde se utilice.

En las diversas entrevistas que se hacen a jóvenes asháninkas, Vigil y Zariquiey señalan cómo constantemente se reconoce al castellano como una lengua. Mientras el término dialecto se indica tan sólo para las lenguas de grupos minorizados. Los entrevistados describen su propia lengua como un idioma o un dialecto. Al preguntarle a los jóvenes que lenguas hablan, estos suelen responder que hablan castellano e idioma. Al referirse a su lengua originaria como idioma, este término está cargado de una connotación negativa. Tanto los términos dialecto e idioma en este contexto reciben una connotación peyorativa y por ende negativa. Reservada para aquellas lenguas consideradas inferiores.

En el artículo, se indica que al menos en la Amazonía Peruana la lengua es aquella considerada hegemónica, por ende el castellano. Mientras, idioma o dialecto  pertenecen a un grado inferior. Los estudiantes entrevistados consideran que se debe hablar asháninka, pero, si están interactuando con personas que hablan asháninka como lengua materna y castellano, prefieren el segundo.

La lengua y nuestra identidad

Utilizar términos negativos para señalar la lengua materna, la lengua de la familia y la comunidad, es hacer presente ese discurso discriminatorio en el cual una lengua tiene un valor mayor que otra.

En El uso del quechua en el Perú: Una investigación de identidad y performance cultural Theresa A. Renker señala que, al referirse a un idioma específico como el quechua, las personas no  suelen referirse tan sólo a la lengua sino también se le atribuye una  cultura, una raza y un estilo de vida ligado al campo.

El castellano es percibido como un idioma asociado al progreso mientras que el quechua es vinculado al atraso. Esto lo señalan algunos padres de familia en el documental de Bernardo Cáceres Zorros de arriba. En este documental, se exponen las preocupaciones y desafíos que enfrentan estudiantes y profesores bilingües de escuelas rurales en Andahuaylas. Al entrevistar a padres de familia, estos indicaron que deseaban que sus hijos e hijas aprendan castellano y no hablen Quechua porque así tendrían  acceso a mejores oportunidades.

En el Perú, hay más de tres millones de quechua hablantes y estas cifras, como indica la investigación de Theresa A. Renker, constantemente van disminuyendo. En 1941 era el 31% de la población, en 1961, el 17% y en 1982 tan solo el 11%. En contraste los hablantes monolingües de español han ido aumentando.  En 1940, era un 50%, 65% en 1961 y un 72% en 1982.

Theresa A. Renker se hace una pregunta interesante al analizar  la percepción y valor que se le da al quechua en el Perú. ¿Si el idioma quechua es tan apreciado por académicos internacionales, por qué tantas personas quechua-hablantes no querrían trabajar para preservarlo? La misma autora señala que no es una pregunta fácil de responder pero su explicación subyace  en las estructuras sociales que se tienen del quechua y su valoración.

Aunque la autora señala al quechua, las conclusiones pueden ser entendidas para cualquier lengua originaria. Las personas no encuentran una función práctica en las lenguas. Las interpretan como símbolos de atraso y tan solo se les da un valor cultural histórico.

Las lenguas originarias van desapareciendo. Cuando los jesuitas llegaron al Perú tradujeron documentos de hasta 150 lenguas indígenas pertenecientes a nuestra Amazonía. Hoy quedan 44 lenguas amazónicas. Casi la mitad de ellas están en peligro o seriamente en peligro de desaparecer.

Las lenguas originarias

Las lenguas originarias son aquellas  cuyo origen  es anterior a la difusión del castellano en la región. En el Perú, hay 48 lenguas originarias, 44 son amazónicas y 4 andinas según el Ministerio de Cultura en su cartilla informativa sobre Diversidad Cultural y Lingüística del Perú, 2019. Estas se preservan y emplean. Están agrupadas en 19 familias lingüísticas y son utilizadas por 55 pueblos originarios. Hay 2 millones 324 mil 28 mujeres y 2 millones 153 mil 167 hombres que tienen como lengua materna una lengua originaria.

En el siguiente cuadro, cuya data se ha extraído del último censo nacional y de la BDPI (Base de datos de pueblos indígenas y originarios), diferencia a las 48 lenguas originarias por su nivel de vitalidad. Hay tres niveles: vital, seriamente en peligro y en peligro. El nivel de vitalidad dependerá del número de hablantes nativos y su funcionalidad o uso.

La discriminación y el impacto socioemocional en la niñez y el desarrollo de la persona.

El Perú tiene una riqueza lingüística valiosa, ya que es parte de la identidad de muchas personas en el país. Como señala Ruth Blácido, en el artículo La situación del quechua en el Perú y su inclusión en el sistema educativo, la lengua quechua se reprime en los hogares ya que las y los adultos no quieren transmitir esta lengua a sus hijos e hijas . Así mismo es en el ámbito educativo en el que se puede percibir más este discurso de diferencias valorativas entre lenguas.

La lengua tiene un rol fundamental en la educación. Respetar y valorar la lengua materna de los niños y niñas en la escuela es de vital importancia. Especialmente, cuando las lenguas originarias se encuentran ante una situación de constante fragilidad. En el artículo Defensa de la lengua materna de los niños indígenas e inmigrantes del mundo de Miryam Yataco, se señala que promover que los estudiantes comiencen su etapa escolar en su lengua materna les da mayores posibilidades de completar y lograr niveles adecuados de literacidad. De esta forma comprenderán  con menos interferencia. La autora indica que una vez desarrolladas ciertas actitudes las y los estudiantes podrán continuar su proceso de aprendizaje en la lengua nacional. Aunque muchos países permiten que el proceso de asimilación de otra lengua sea de forma escalonada  esto no implica  que el sistema escolar haya sido diseñado para que se mantengan las dos lenguas.

Como señala la autora sería ideal que el sistema educativo promueva la lengua materna de las y los estudiantes. Pero, muchos programas de  escolarización promueven un bilingüismo transicional. Es decir, se espera que aprendan la lengua dominante para luego ser incluidos en clases monolingües. La lengua minoritaria es dejada de lado. Esto, como señala el artículo, resulta en los niños y niñas perdiendo  o no desarrollando destrezas académicas, cognitivas ni funcionales en su lengua materna. La lengua materna deja de desarrollar funciones lingüísticas complejas lo cual puede causar que desaparezca.

La autora plantea un bilingüismo activo o modelo dual que promueve el aprendizaje y la enseñanza  en la lengua materna durante toda la etapa escolar. Esto permitiría recibir los cursos de contenido como historia, ciencias o matemáticas en la lengua materna y la dominante. Este modelo también implica que las y los docentes deben tener conocimiento de ambas lenguas  lo cual brindaría modelos positivos a las y los estudiantes quienes aprenderían de sus docentes como realizar un cambio de código lingüístico asertivo, óptimo y natural.

Como señala Gabina Córdova en el documental Zorros de Arriba, los padres de familia en comunidades rurales suelen pensar que la EIB es una enseñanza del quechua y no una enseñanza en quechua.

El promover que a los niños y niñas de  distintas comunidades del país cuya lengua materna no es el castellano se les enseñe en su lengua originaria no es porque se crea que carecen de las habilidades. Más bien porque se espera preservar su cultura y su lengua. Sobre todo se espera cultivar en estos la importancia así como el valor que tiene la lengua que conocen. Una educación EIB también debería promover como señala el modelo dual un desarrollo de las funciones lingüísticas de la lengua, no permitiendo que esta se atrofie sino que florezca y  se enriquezca.

En el artículo antes mencionado de Miryam Yataco, la autora señala que las personas multilingües tienen ventajas pedagógico-cognitivas sobre aquellos que son monolingües.

La importancia de una conciencia lingüística crítica

En el artículo Lenguas originarias en el programa de Aprendo en Casa (AeC) publicado por Rosario Cosar, investigadora en el Observatorio de Educación Peruana, se analiza la publicación de Virginia Zavala y Raiza Franco El Estado enseña sobre las lenguas originarias: una reflexión desde el programa “Aprendo en Casa”. Las autoras señalan la importancia de generar una conciencia lingüística crítica. Las lenguas originarias no deben ser vistas como objetos. Muchas veces tras la intención de darles una valor natural a las lenguas para  preservarlas se las señala como objetos valiosos por estar relacionadas a una cultura ancestral.

Como se señala en el artículo se celebra la existencia de las lenguas originarias pero no se hace mencion con el mismo énfasis sobre la discriminación de las personas que hablan las lenguas originarias. Concebir a la lengua tan sólo como un elemento cultural puede ser muy nocivo ya que se percibe a la lengua como algo que no cambia. Una lengua en uso se modifica, no es estática. Una lengua viva, que tiene hablantes nativos no debe ser percibida tan sólo como un elemento valioso por su origen o por su valor cultural. Esto la atrofia, disminuye su capacidad de ser desarrollada por sus hablantes; cambiando y complejizando sus funciones lingüísticas.

Lenguas vivas

En el artículo Three reasons you should love your native language por Jenie Gabriel, la autora señala que si padres y madres no pueden transmitir sus valores, creencias o consejos a sus hijos e hijas por barreras lingüísticas las familias pierden una intimidad valiosa. La cual se genera por ese compartir de creencias y experiencias. Los niños y niñas que reciben una educación en una lengua que no es su lengua materna sin haber solidificado las bases de su primera lengua  funcionan muchas veces a un nivel cognitivo menor  al nivel de madurez intelectual que realmente tienen. Los niños y niñas con una base fuerte de habilidades lingüísticas en su lengua materna son capaces y están mejor preparados para aprender una segunda lengua. Como señala este artículo, leer primero en una lengua materna puede incluso acelerar el proceso de aprender a leer en una segunda lengua.

Frauke Sachse, profesora del Instituto de Culturas Precolombinas y Etnología en Bonn, Alemania, comenta en el artículo ¿Cómo revitalizar a las lenguas indígenas? de Patricia Pazmino que las y los estudiantes del Instituto aprenden una lengua originaria. En ese Instituto se enseña náhuatl, quechua (ayacuchano), maya yucateco y maya quiché. De esta forma si los estudiantes quieren realizar estudios en las comunidades que hablan esas lenguas podrán estar preparados. Para Frauke Sache aprender una lengua para comunicarse con una comunidad es mostrar respeto a la lengua, a la comunidad y a los miembros de esa comunidad. Así mismo Sachse menciona que el proceso de comunicación intercultural es valioso para que las comunidades originarias puedan ver que sus lenguas son importantes en el mundo exterior.

Aprender una lengua originaria

Como ya se ha señalado el multilingüismo da grandes beneficios cognitivos y  emocionales.

Conocer una lengua es aprender también sobre una cultura, un ambiente, una cosmovisión y una manera de entender el mundo. Aprender una lengua siempre es una buena inversión. Quizás como fruto de las políticas para promover la educación intercultural bilingüe y la valorización de las lenguas originarias, hoy en día es posible acceder a cursos para aprender y conocer un poco más de estas lenguas.

En la actualidad hay distintos centros de idiomas que enseñan quechua. Algunos de estos son el Centro de Idiomas de la UNMSM, el Centro de Idiomas de la PUCP, el Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico y el Centro de Idiomas de la Universidad Ricardo Palma. Además están el Centro de Idiomas de la Universidad San Agustín de Arequipa y el Centro de Idiomas de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán. Al momento de escribir este artículo, las clases son de forma virtual. Esto también es una ventaja ya que se puede acceder al contenido desde cualquier lugar, mientras se cuente con conexión a internet. Otro centro de idiomas que ofrece clases de quechua es el Instituto de Quechua KUSKA. Esta institución también ofrece un curso de quechua para profesionales de la salud y el servicio de traducción.

También hay otras opciones para aprender esta lengua. La Municipalidad de Lima ofrece un curso básico gratuito y virtual para aprender el idioma. También se puede encontrar la primera sesión en el canal de Youtube de la Municipalidad así como el material para esa lección.  Aprender esta lengua desde casa es una opción viable. El programa Willay tiene un curso online de quechua básico en las variedades chanka y collao. El Instituto de Investigación Cultural Escuela Amawta  también tiene cursos virtuales de esta lengua.

Para aprender quechua en la variedad chanka está el curso introductorio de la Biblioteca Nacional del Perú. La Biblioteca Nacional del Perú cuenta también con un curso introductorio en quechua wanka.

La BNP no solo ha producido cursos de quechua sino también de otras lenguas como la Shipibo – Conibo. Otro recurso lingüístico interesante para conocer esta lengua es Lecciones para el aprendizaje del idioma shipibo-conibo por Norma Faust.

Otra lengua de la cual podemos encontrar recursos virtuales para aprenderla es el Machigenga. En el canal de Youtube de Gustavo Barrionuevo se pueden encontrar videos cortos que enseñan como saludar, despedirse, los colores, los animales y algunos verbos en esta lengua.

Otro recurso virtual es un diccionario Matsigenka – Castellano con notas enciclopédicas y apuntes gramaticales. Además, se puede revisar un diccionario escolar Machiguenga hecho por Betty Snell y Gustavo Solis.

Si se desea aprender otra lengua como el asháninka, la BNP tiene un curso introductorio a esta lengua. El Ministerio de Educación publicó un Vocabulario Pedagógico Ashaninka que contiene apuntes sobre la escritura ashaninka.

Así mismo, otra lengua de la cual encontramos recursos virtuales es el aymara. El documento Nociones Básicas de Lengua Aymara de Teodoro Marka contiene no sólo vocabulario o ejercicios gramaticales sino también ejercicios de pronunciación. También en el canal de Youtube de Roman Pairumani se puede acceder al curso completo de aymara básico.

Reflexiones finales

Mantener las lenguas vivas es permitirles desarrollarse y ser utilizadas en diversos contextos por sus hablantes.

Valorar las lenguas originarias no es solo reconocer su valor como elemento cultural o ancestral. Actualmente hay 48 lenguas originarias que se utilizan  y son parte de la identidad de muchas personas. Mantenerlas es valorar por igual todas las lenguas, así mismo enfatizar las consecuencias graves que trae la discriminacon lingüística y cómo afecta el desarrollo cognitivo y socioemocional de niños y niñas en el país.  No olvidemos que  los niños y niñas con una buena base de habilidades lingüísticas en su lengua materna están mejor preparados para aprender una segunda lengua. Aquellos que reciben una educación en una lengua que no es la materna, sin haber fortalecido las bases de su primera lengua, pueden presentar un nivel cognitivo menor al nivel de madurez intelectual que realmente tienen.  

En el  documental de Bernardo Cáceres Zorros de arriba ya antes mencionado es constante el mensaje de unión, no de división de culturas. La importancia de tener un proyecto como país, es necesario para generar un proyecto educativo que nazca de la consulta a las regiones  y comunidades más profundas del país.

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