Introducción

El lenguaje es una capacidad práctica y humana. El cual se codifica y ejecuta en contextos de diversidad de acuerdo a nuestras formas de ver el mundo. Es, por lo tanto, un recurso que genera normas en nuestras formas de comunicarnos. Esto se da en una relación binaria en todas las lenguas. Las cuales crean escenarios sociales donde “no sólo interesa el lenguaje ‘correcto’, sino todas las formas de expresión” (Saussure, 1916, citado en Bigot, 2010, p. 44).

Las expresiones pueden darse a nivel oral, gestual, gramatical, entre otras; siendo su variedad el rasgo más característico. No obstante, la persistencia del concepto (y consecuente promoción) de una lengua “dominante”, es una clara barrera en las sociedades centralizadas como la peruana. Algo que, dentro de la sociedad, jerarquiza discursos que normalizan la discriminación linguistica en los espacio públicos como el sector educativo.

Pese a la legislación que avala el derecho y la oficialidad de las lenguas originarias, particularmente la quechua (Perú, Presidencia de la República, 1975), las múltiples expresiones del español son asumidas como la única lengua dominante y “de mayor estatus social”. En cambio, las lenguas indígenas son valoradas como pertenecientes a un estamento social bajo y sin prestigio (Lovón-Cueva & Quispe-Lacma, 2020).

Así, la sociedad diferencia formas de expresión «que demuestran”, de manera oral, escrita o gestual, una supuesta inferioridad. Discursos que son estandarizados y reproducidos en diferentes espacios, entre ellos, el educativo. Ello propicia la normalización de prácticas de segregación conocidas como discriminación lingüística.

El español y su señorío en el siglo XXI

La introducción del español en las tierras americanas se dieron en un contexto de violencia y dominación cultural. Siendo uno de los objetivos principales el eliminar las lenguas nativas. Esta práctica fue avalada durante muchos siglos hasta el reconocimiento de la legitimidad interculturalidad en el siglo XX.

No obstante, persisten patrones de dominación coloniales que jerarquizan discursos que normalizan la discriminación linguistica en los espacio públicos como el sector educativo. Estos crean barreras imaginarias que impiden el acceso a los servicios. Con ello, debemos diferenciar que no es lo mismo una interferencia de contenido en un intercambio quechua-español. A negar derechos en espacios de servicio público. Como pueden ser los establecimientos de salud, centros de votación, las escuelas y centros de estudios superiores.

(Infografía publicada por el Ministerio de Cultura, 2020)

Por lo tanto: las variedades geográficas y la diversidad idiomática se ven obligadas persistir. Esto dentro de un imaginario social que cataloga ciertas expresiones o intercambios como correctos o incorrectos en un esquema de violencia cultural.

Bajo esta premisa, la educación andina se focalizó en la enseñanza del español o “lengua culta”, lo que profundizó las diferencias entre el estudiantado. Para Lovón-Cueva & Quispe-Lacma (2020), estas diferencias tienen un trasfondo racista y paternalista. Caracterizado por definir al yo, ciudadano/a, hablante de español; frente al tú, hablante quechua.

Quechua: ¿lengua únicamente indígena o de todas y todos las y los peruanos?  

El quechua es una de las lenguas más importantes y extensas en el territorio peruano desde épocas pre-virreinales. En la actualidad, la Base de Datos de Pueblo Originarios (BDPI), propia del Ministerio de Cultura, reconoce cuatro variantes principales: amazónica, norteña, central y sureña. Asimismo, al 2021, se estima que el 13.9% de la población tiene como lengua materna el quechua. Mientras que el 1.7% de la población es de habla aimara, y más de 210,000 ciudadanos se expresan en alguna lengua amazónica (Diario El Peruano, 2021). Cifras similares a las presentadas en la siguiente infografía publicada por el Ministerio de Cultura (2020).

Elaboración propia, referencia MINCUL.

Consecuencias de la discriminación linguística: ¿qué podemos y debemos hacer al respecto?

Siendo el lenguaje una acción parte de las prácticas sociales y que las personas utilizan para hacer cosas en su relación con otros (Zavala, 2018, p. 62). Negar esta realidad es caer en la jerarquización de discursos que normalizan la discriminación linguistica en los espacio públicos como el sector educativo. Después de todo, como sustenta Mesía (2017), las percepciones de la lengua están conectadas con la experiencia social y con el ejercicio del poder.

Las consecuencias, como señala Alexia Taboada (2021), son graves. La discriminación linguística inhiben, entre otros, el derecho a la identidad, así como al del desarrollo integral de manera colectiva y personal. Asimismo, estás prácticas de dominación lingüística ignoran la Ley N°29735 que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas originarias (párr. 20).

Esto genera, además, un enfoque descontextualizado en la práctica de la educación intercultural, el impedimento de la revitalización cultural-lingüística y menor acceso a la educación.

Frente a ello Taboada (2021), en su artículo, plantea algunas medidas urgentes. Esto para evitar la jerarquización de discursos que normalizan la discriminación linguistica en los espacio públicos como el sector educativo. Estas incluyen “replantear normas sobre la educación intercultural bilingüe y, desde un nivel local, fomentar las mesas de diálogo con los pueblos indígenas” (párr. 30).  

Conclusión

La lengua es un constante cambio y evolución; por lo que la habilitación de espacios, personal y recursos que permitan su floración, son una necesidad. Siendo, en el caso del sector educativo, un elemento crucial para determinar una enseñanza responsable, democrática y promotora de la diversidad crítica. Algo que se traduce en el camino hacia el reconocimiento del estudiantado como sujeto crítico. Así como constructor y dueño del mundo que le rodea a través de su propio lenguaje, costumbres y visiones.

En base a ello, el ser partícipes de una comunidad educativa nos permite una mayor intervención metodológica, política y administrativa. Algo que, junto a las responsabilidad de cumplir con un perfil de egreso y estándares de aprendizaje de creciente complejidad. Se vuelve un paradigma que necesita de una red de trabajo dinámica, integradora y significativa.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bigot, M. (2010). Apuntes de lingüística antropológica. Publicado por: Centro Interdisciplinario de Ciencias Etnolingüísticas y Antropológico-sociales.

El Peruano (27 de febrero del 2021). El 13.9% de la población del Perú tiene como lengua materna el quechua. Diario El Peruano.

Lenguas indígenas u originarias en el Perú [Imagen]. Ministerio de Cultura, 2020, Facebook.

Ley 21156 de 1975. Por la cual se reconoce el quechua como lengua oficial de la república. 27 de mayo de 1975, Lima.

Lovón-Cueva, M. & Quispe-Lacma, A. (2021). ¿Quién tiene derecho a opinar sobre política lingüística en Perú? Un analisis critico del discurso. Íkala. Revista de Lenguaje y Cultura, 25 (03).

Mesía, Y. (2017). Ideologías lingüísticas y racialización: un estudio con alumnos de secundaria en colegios limeños. En: Back, M. & Zavala, V. (2017). Racismo y Lenguaje. Lima: Fondo Editorial PUCP. Recuperado de:  

Ministerio de Cultura (2018). Base de Datos de Pueblos Indígenas u Originarios (Quechua).

Ministerio de Cultura (8 de octubre de 2020). “Hablemos de discriminación” es el nuevo microprograma de la DDC La Libertad.

Taboada, A. (2021). ¿Hemos perdido la batalla?: Avances y retrocesos sobre la discriminación lingüística y acceso a la educación para los pueblos indígenas. IUS 360.

Zavala, V. (2018). El lenguaje como práctica social: cuestionando dicotomías y esencialismos en la educación intercultural bilingüe. SÍLEX 08, (01), p. 57 – 76.

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Estudiante de Educación Secundaria en la especialidad de Lengua y Literatura en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Actualmente cursa el octavo ciclo y es docente de inglés en una I.E. ventanillense.


Gema Remuzgo

Estudiante de Educación Secundaria en la especialidad de Lengua y Literatura en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Actualmente cursa el octavo ciclo y es docente de inglés en una I.E. ventanillense.

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