Introducción 

Nos situamos en un mundo que se encuentra en constante cambio, y las nuevas condiciones que se van estableciendo exigen personas competentes y capaces en diversos ámbitos, pero sobre todo al momento de establecer relaciones interpersonales. Es así que en el contexto actual se remarca la importancia de desarrollar la comunicación oral, ya que saber comunicarse, entendiendo la complejidad que esto supone, es una competencia necesaria para la vida.  

Si bien podemos referirnos a la comunicación oral independientemente de un contexto pedagógico, es importante señalar que el proceso de comunicación es esencial en el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto que, los procesos educativos están marcados por la interacción entre los agentes educativos y para que se de esta interacción es necesaria la comunicación.

En nuestro país, la relevancia de este tipo de comunicación se evidencia sobre todo en el interés del ámbito pedagógico por desarrollar proyectos, investigaciones y trabajos de campo que permitan fortalecer esta competencia. En este sentido, es a partir de la revisión de diversos proyectos que abordan la comunicación oral, que encontramos una tendencia, que la mayoría de tesis, documentos de sistematización de prácticas, entre otros, están enfocadas y prestan especial atención al desarrollo de la competencia oral en los estudiantes y para esto se despliegan diversas prácticas, talleres y estrategias.   

Si bien es un aporte valioso y necesario, consideramos que también es importante prestar atención a la contraparte, es decir, resaltar la importancia de formar a quién forma o pretende formar en el desarrollo de la comunicación oral. En el ámbito educativo este rol lo asume el docente.

El presente ensayo quiere señalar que es necesario potenciar el desarrollo de la comunicación oral en los docentes para que estos a su vez puedan ayudar a desarrollar la comunicación oral de los estudiantes. Para reforzar esta afirmación queremos centrarnos en tres ideas: primero, que la implicancia de la comunicación oral en el proceso de formación de los profesionales es fundamental para el despliegue de diversas capacidades. Segundo, es necesario que el docente conciba una comunicación dialógica en la interacción con los estudiantes para un desarrollo conjunto; por último, el desarrollo de la comunicación oral ayuda a mejorar las relaciones docentes y sus prácticas conjuntas.

La comunicación oral en la formación de los profesionales 

En las investigaciones revisadas, se identifican problemáticas que afectan a los estudiantes y estas son abordadas en el desarrollo de la práctica pedagógica; sin embargo, en algunas investigaciones como las de Guillermo (2018) y Quintana (2018) se señala que al identificar una problemática visible en los estudiantes, antes de pensar en alternativas de solución, es importante pensar y reflexionar sobre la práctica docente. Este proceso permitirá identificar si hay problemáticas en el desarrollo de la práctica que subyacen a la problemática identificada y así abordar el problema en su totalidad.

En este sentido, se remarca la importancia de la reflexión constante de la práctica, pero también es necesario ir un poco más atrás y revisar qué aspectos deben ser tomados en cuenta en la formación de los profesionales. Para profundizar en este aspecto, partimos de una premisa: el desarrollo de la comunicación oral no es exclusiva a una etapa del desarrollo humano, pero es justamente en los procesos de formación que se es más propenso a desarrollar esta competencia en su complejidad, pues nos situamos en un contexto que dispone al aprendizaje.

Así, en la formación de profesionales, evidenciamos que desarrollar la comunicación oral tiene implicancias a corto y a largo plazo. A corto plazo, para generar interacciones con eficiencia durante el periodo formativo que sustenta la futura práctica; y a largo plazo, puesto que la concreción en este periodo tiene extensión en el desarrollo profesional, donde una buena comunicación oral permite adquirir el conocimiento de recursos, estructuras y normas (Roque, Pulido, Domínguez, Echevarría y Páez, 2018). En este punto, es importante remarcar que la importancia del fortalecimiento de esta competencia no es exclusiva a la profesión docente, ni a la formación profesional; pero sí consideramos relevante brindar una buena formación a aquel (el docente) que pretende incentivar el desarrollo de esta competencia en otros (los estudiantes).

Ahora, refiriéndonos exclusivamente a la profesión docente, es en la etapa formativa donde se construye y moldea la identidad docente. Esta identidad se verá reforzada en la medida que la persona en formación posea mecanismos para el intercambio de información, para procesar y reflexionar críticamente sobre la información y para dar a conocer sus opiniones a interlocutores en diversas situaciones de interacción (Roque, Pulido, Domínguez, Echevarría y Páez, 2018). La adquisición de estos mecanismos permite el desarrollo de la comunicación oral, he aquí su importancia.       

La comunicación dialógica en el acto educativo  

Dentro de la formación continua o permanente del docente, según Nieva y Martínez (2016), el paradigma humanista pone énfasis en la cualidad del docente como persona que se conoce así mismo y se comunica y dialoga con otros sujetos.  El mismo autor señala que dentro del pensamiento que concibe al docente como dinamizador de los procesos de construcción y reconstrucción de la cultura y la sociedad (o como agente de cambio de la sociedad), los contenidos de la formación docente deben apuntar a formar en ellos el ser mediadores del proceso educativo, dentro de las cuales está el mantener la comunicación dialógica con los aprendices.

Cuando hablamos de una comunicación dialógica nos estamos refiriendo a aquella donde el emisor busca entablar una relación con el destinatario y procura dialogar con él (Kaplún, 1998). Es este tipo de comunicación la que debe concebir el docente en la interacción con sus estudiantes. Para ello, se requiere de la práctica de una ética comunicativa que implica no solo hablar sino también saber escuchar y pensar en el otro (receptor).  

No obstante, lo que sucede en la escuela es que se prioriza el hablar sobre el escuchar, asumiendo el papel del hablante el docente, y del oyente el estudiante. Frente a ello, Galera (1998) propone invertir esta situación y dedicar el tiempo de la vida a escuchar a los estudiantes. Cova (2012), por su parte señala que en la naturaleza esencialmente oral del lenguaje primero se escucha y luego se habla, no al contrario como suele suceder. En ese sentido, es de vital importancia que dentro del aula se conciba una comunicación de «ida y vuelta» entre educadores y educandos, donde haya un intercambio recíproco de los roles de emisor y receptor.

Esta idea es justamente a la que se refería el pedagogo brasileño Paulo Freire cuando señalaba la importancia tiene la comunicación en sus planteamientos en torno a la educación. Para Freire, según Méndez (2013), “en la educación el educador no es el que «da» el educando el que «recibe» pasivamente, sino que ambos son agentes activos del acto educativo, ambos dan y ambos reciben en esa comunicación dialogal” (p. 266).

Comunicación oral y relación docente

Como lo mencionamos antes, la comunicación oral es una competencia básica que debe desarrollar todo profesional y por tanto también es importante dentro del desempeño profesional de todo docente cuyo trabajo implica la interacción con personas en distintos contextos. En el apartado anterior ya hemos señalado cómo debe ser la interacción docente-estudiante, en este apartado queremos señalar la importancia de la comunicación oral en la relación docente-docente.  

La práctica docente es labor social e institucional, que se desarrolla en un marco formal donde la interacción del docente y sus pares es un aspecto clave para llevar a cabo los diversos procesos pedagógicos, por ende, implica el trabajo colegiado y la reflexión sobre las características y alcances de sus prácticas (Minedu, 2014). Esta relación docente-docente, más que un simple intercambio de estrategias y experiencias se trata de “un verdadero y complejo proceso de comunicación interpersonal, que lleva implícito también el establecimiento de relaciones entre sujetos(Roque, Pulido, Domínguez, Echevarría y Páez, 2018), fuera y dentro del contexto pedagógico. En este sentido, la formación en comunicación oral de los docentes independientemente de la especialidad que sean ayuda al fortalecimiento de estas relaciones, consolida el trabajo colegiado y por extensión implica el desarrollo de la competencia oral de manera transversal en los estudiantes.

A partir de los tres puntos ya desarrollados hemos querido remarcar la importancia de la formación en la comunicación oral y el impacto de esta en la labor docente. También hemos querido prestar atención no solo a las problemáticas o dificultades en la comunicación oral que se pueden dar en los estudiantes; sino, y sobre todo a las acciones que la preceden, las cuales, si no son abordadas de manera pertinente pueden producir dichas problemáticas.

En ese sentido, ampliamos nuestra mirada, a la formación profesional de los docentes, a cómo debe darse la interacción directa en el aula y, por último, a la interacción recíproca entre docentes dentro y fuera del contexto escolar. Todo esto para dar cuenta de que el desarrollo de una competencia, en este caso la comunicación oral, no solo se reduce al hecho educativo, sino que implica una formación previa y constante por parte del docente.

Bibliografía

Cova, Y. (2012). La comprensión de la escucha. Letras, (87), 125-140.

Galera Noguera, F. (1998). Lectura expresiva y comunicación oral.

Guillermo, N. (2018). Tertulias pedagógicas para mejorar la competencia de expresión oral de los estudiantes de la Institución Educativa Nº 314 de Poyor. (Tesis de segunda especialidad).

Kaplún, M. (1998). Una pedagogía de la comunicación.

Méndez, A. E. L. (2013). Paulo Freire, comunicación y educación. Aularia: Revista Digital de Comunicación, 2(2), 265-279.

Minedu. (2019). Marco de buen desempeño docente. Para mejorar tu práctica como maestro y guiar el aprendizaje de tus estudiantes.

Nieva Chaves, J. A., & Martínez Chacón, O. (2016). Una nueva mirada sobre la formación docente. Revista Universidad y Sociedad, 8(4), 14-21.

Quintana C. L. (2018). Fortaleciendo la expresión oral, a través de las exposiciones en los estudiantes de secundaria de la I.E. San Martín de Porres de Marián. (Tesis de segunda especialidad) USIL, Lima.  

Roque, K., Pulido, A., Domínguez, I., Echevarría, N., y Páez, B. (2018). La comunicación oral pedagógica en la formación de profesionales. Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río, 22(3), 186-196.

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