Introducción
Este ensayo inició con la finalidad de recopilar y analizar la información obtenida a través de cuatro informes realizados durante el curso de Práctica Educativa II durante el ciclo 2023-2 en cuatro colegios de distintas modalidades, con el fin de entender su funcionamiento, gestión y cultura. Los informes fueron realizados por grupos y recopilados para servir de fuente principal de este y otros trabajos finales.
El tema eje de este trabajo es la implementación del enfoque de género en estas instituciones. Al momento de revisar los informes caí en cuenta de que, no solo el enfoque de género no había sido implementado, sino que en algunos casos se desconocía la naturaleza del mismo, percibiéndolo incluso como una fuente de problemas.
Con el fin de mantener la privacidad de estas instituciones, como de su comunidad educativa, serán referidos como: Colegio 1: CEBE ubicado en San Borja, Colegio 2: Colegio privado en San Juan de Lurigancho, Colegio 3: Colegio público en Los Olivos, y Colegio 4: Colegio de educación técnica en Independencia.
Respecto del Enfoque de Género
Para iniciar el análisis discutiremos algunos conceptos básicos acerca del enfoque de género. En el plan nacional de igualdad de género del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2012) se define a la igualdad de género:
Es una forma de mirar la realidad identificando los roles y las tareas que realizan las mujeres y los hombres en una sociedad, así como las asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellas y ellos. Permite conocer y explicar las causas que las producen y con ello, formular medidas (políticas, mecanismos, acciones afirmativas, normas, etc.) que contribuyan a superar las brechas sociales producidas por la desigualdad de género. El enfoque de género es una herramienta analítica y metodológica que posee una dimensión política, en tanto busca la construcción de relaciones de género equitativas y justas y reconoce la existencia de otras discriminaciones y desigualdades derivadas del origen étnico, social, orientación sexual, identidad de género, edad, entre otros.
Desde una perspectiva de cambio, el enfoque de género incide en la formulación de políticas públicas y en la gestión de las mismas, ya que incorpora las necesidades específicas de mujeres y hombres en todo el ciclo de las políticas, favoreciendo una gestión pública eficiente y eficaz orientada a la igualdad social y de género (p.40).
A través de ese párrafo podemos ver explicitadas las intenciones y justificaciones del planteamiento del enfoque de género. Esta busca desaparecer la brecha de género que crea una situación desigual para las mujeres en nuestro país, así como la deconstrucción de los estereotipos de géneros impuestos sobre ambos géneros.
Confusión de género
Lo que podemos observar en los testimonios de dos de los directores es un total desconocimiento acerca de la naturaleza del enfoque de género, lo que parece suceder es que confunden la inclusión de la palabra género por el tema de identidad de género, que, si bien se toca superficialmente durante los lineamientos propuestos por el Ministerio de educación, no es el foco principal del enfoque.
Esta confusión está evidenciada en los directores del colegio 1, colegio 2 y colegio 3. Los dos últimos mencionan no haber presenciado “problemas del enfoque de género”. El director del colegio 2 añade que, aunque los hubiera sus alumnos serían comprensivos, mientras que la directora del colegio 3 cuenta que algunas alumnas hablan sobre sexualidad y la posibilidad de que haya lesbianas. Por otro lado, la directora del colegio 1 dice que el tema se trabaja de caso en caso, prestando atención a las individualidades.
Esta forma de ver el enfoque de género como la aceptación de las diferentes identidades de género y la sexualidad como una problemática, es preocupante porque no solo implica una ignorancia acerca del esfuerzo por conseguir la igualdad de género en el país, sino que también responde a ciertas preconcepciones comunes en el cuerpo docente, que llevan a que el enfoque de género sea rechazado y las disidencias se mantengan precarizadas.
Como mencionan Rodríguez y Pease (2020) esta creencia es predominante en los docentes y nace por una visión negativa de las disidencias de género y sexualidad causadas por la educación de los docentes en un ambiente heteronormado y machista; creencia que no es cuestionada, ni siquiera al momento de ser capacitados por el Ministerio de Educación, ya que se considera que este no hace lo suficiente para romper estas preconcepciones ni dejar en claro cuáles son los verdaderos objetivos del enfoque.
A continuación, se recogen los objetivos del Enfoque de Género de acuerdo a uno de los instrumentos normativos del MINEDU (2020), los mismos que son extensibles a la totalidad de Instituciones Educativas. Como objetivo general señala:
Garantizar que las instituciones educativas transversalicen e institucionalicen el enfoque de género, formando una cultura y formación para la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y libre de toda forma de discriminación y violencia de género en la comunidad educativa, favoreciendo el bienestar personal, profesional, así como el desarrollo del país (p.6)
Como objetivos específicos se señalan dos:
1) Promover una formación igualitaria e integral a partir del reconocimiento diferenciado de necesidades y potencialidades de hombres y mujeres de la comunidad educativa, transversalizando e institucionalizando el enfoque de género en la gestión, estructura y cultura institucional y pedagógica; y 2) Identificar y eliminar las condiciones y barreras que generan desigualdad, discriminación y violencias de género entre hombres y mujeres de la comunidad educativa, reduciendo el sexismo académico y brechas educativas en el acceso, permanencia y egreso (p.6 ).
Como vemos en estos objetivos, es bastante explícito que el fin del enfoque es acabar con la desigualdad de género. Por otro lado, la preconcepción negativa acerca del enfoque y los temas de identidad y sexualidad, van directamente en contra de lo estipulado por el Ministerio, ya que se menciona bajo el apartado de cultura institucional en el inciso c:
Garantizar instituciones educativas libres de todo mensaje comunicacional, que fomenten discriminación en todas sus formas o estereotipos basados en género, denigrando o afectando a las personas de la comunidad educativa, debido a su sexo, orientación sexual, identidad de género o de cualquier otra índole. (MINEDU, 2020, p. 19)
Es entonces que esta percepción del enfoque de género como una problemática, sintetiza una serie de creencias previas que llevan a perpetuar una cultura de discriminación, no solo a través de la desigualdad de género, sino también a través de la homo-transfobia. Esta falta de entendimiento y explicitación de la verdadera problemática de género lleva a que situaciones de discriminación y violencia de género pasen desapercibidas, como veremos en el siguiente apartado.
Antes de hacer el recuento de los casos de violencia y discriminación, es importante aclarar que la razón por la cual el director del colegio 4 no fue mencionado en el apartado anterior, es porque no parece haber hecho comentarios sobre el tema en su entrevista.
Violencia y discriminación
Los casos encontrados ocurrieron durante la observación de aulas del colegio 1 y colegio 4. En ambos casos la problemática no fue trabajada de la manera correcta, o fue totalmente ignorada. En el primer caso ocurrido en el colegio 1, vemos un acto de hostigamiento sexual realizado por uno de los estudiantes hacia una de su compañera durante la realización de un trabajo grupal. El acto se describe como un intento repetido de abrazarla, a pesar de las repetidas negaciones de la estudiante. El accionar de la docente ante esta actitud fue llamar la atención del estudiante y ante la repetición de la misma darle un “time out”. Luego del castigo, se le reincorporó al grupo, donde siguió hostigando sexualmente a su compañera hasta el fin de la clase.
Ante este tipo de situaciones, el Minedu menciona bajo el apartado de cultura institucional, en el inciso e:
Garantizar el accionar pertinente ante situaciones de discriminación, hostigamiento sexual u otra situación de violencia basada en género, que se produzca en la institución educativa, cometida por un estudiante, docente, administrativo, directivo y otro personal, brindando celeridad, discreción, pertinencia y ética, y conforme al marco de la normativa vigente. (Minedu, 2020, p. 20).
Considero que en la actitud de la docente no se muestra celeridad ni pertinencia. Ante este caso de hostigamiento sexual, la acción fue insuficiente y permitió que esta actitud se mantenga. Incluso bajo el cuestionamiento del acto punitivo como solución, se debía garantizar la seguridad y comodidad de la estudiante por sobre cualquier otro tema, separando efectivamente al agresor a través de un cambio de grupo u otra opción, para luego elevar el caso ante las instancias que corresponda y empezar a buscar soluciones.
En el segundo caso, vemos una realidad desigual que al no ser explicitada (y, por lo tanto, trabajada) lleva a actos discriminatorios por parte del docente a cargo. En el colegio 4, al tratarse de una institución técnica productiva se brindaban cursos específicos; en el caso de los dos salones observados, el curso de diseño y el curso de contabilidad. La primera problemática observada fue la distribución por género en las aulas; en el curso de diseño la mayoría era mujeres y en el de contabilidad los hombres casi duplicaban a las mujeres. Para continuar con el análisis nos centraremos en el salón de contabilidad, ya que en este se manifiestan más ciertos estereotipos de género.
En el salón de contabilidad conformada con una mayoría de estudiantes varones, las mujeres estaban relegadas a los costados y se mantenían conversando en voz baja, mientras que los hombres sí sentían la comodidad de moverse, conversar y participar de la clase. Por esta situación, la profesora solo prestaba atención a los varones, ya que eran los que participaban activamente, mientras que a las mujeres se les dejaba de lado. Ante esta situación podemos ver de nuevo lo que menciona el MINEDU en el inciso c) relacionado con la formación igualitaria e integral:
Incorporar el criterio de paridad de manera permanente durante toda actividad que se implemente para la formación de estudiantes. Fomentando la participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones durante el proceso de formación en actividades curriculares y extracurriculares. (Minedu,2020, p. 21).
Vemos que la paridad no está siendo practicada, ya que en una profesión percibida como masculina, a las mujeres se las deja relegadas y no hay esfuerzo de la docente por impulsar la participación de las mismas.
Conclusiones
Ante las dos situaciones expuestas durante el trabajo podemos observar un problema sistémico, que empieza por desconocimiento por parte de las autoridades responsables de la institución (los directores) y que culmina en situaciones de discriminación e incluso violencia, perpetuando la desigualdad de género que hay en el país.
Ante esta problemática aparece la duda de si el MINEDU está tomando la acción necesaria para que los docentes estén informados y capacitados en el enfoque de género. Muñoz (2020) menciona que el MINEDU llega a plantear una serie de capacitaciones brindadas por el mismo ministerio con el fin de fortalecer las capacidades necesarias para el desarrollo de un buen docente en el 2018. Ese mismo año se publica el Marco del buen desempeño docente, que contiene desempeños referentes al género y a la inclusión. Pero este esfuerzo fue detenido por grupos fundamentalistas que causaron que las acciones del MINEDU tengan que realizarse de forma diferida y a través de otros canales, lo cual causa que no se logren las competencias planteadas.
Si vemos que las acciones directas son aplacadas por grupos específicos y las acciones diferidas se ven insuficientes, se debe tomar una acción fulminante y de amplio abarque. Se debe brindar información generalizada a través de distintos medios de comunicación con el fin de des-estigmatizar (en inicio) el enfoque de género para las poblaciones que se suman a estas campañas por la ignorancia acerca de la misma. También se debe brindar material amplio, charlas virtuales y foros a través de los cuales puedan aplicar modelos, capacitarse y vocalizar sus dudas, dinamizando así la capacitación en cuestiones de género.
Bibliografía
MIMP (2012). Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017. Lima: MIMP.
Ministerio de Educación (2020). Lineamientos para la aplicación del enfoque de género en Centros de Educación Técnico Productiva, Institutos y Escuelas de Educación Superior. Resolución viceministerial n°044-2020-MINEDU.
Muñoz, F. (2020). Género y educación en Perú. Inclusión y educación: Todos y todas sin excepción. Organización de las naciones unidas para la educación la ciencia y la cultura.
Rodríguez Reyes, A. L., & Pease Dreibelbis, M. A. (2020). Creencias docentes: El enfoque de género en la educación y la educación sexual en secundaria. Revista Peruana De Investigación Educativa, 12(12), 153–186. https://doi.org/10.34236/rpie.v12i12.145
Estudiante de la carrera de Educación Secundaria en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, actualmente cursa el octavo semestre. Sus temas de interés son la Literatura y la Identidad de Género.
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