La realidad descrita en este artículo proviene de la Cuenca Media del Marañón, la cual comprende 5 ríos: El Cenepa, Nieva, Rio Santiago, Imaza y Morona. Algunas voces tomadas como ejemplo, provienen de diferentes actores de II.EE. focalizadas por el Programa Horizontes, secundaria rural, la misma que viene implementándose desde el año 2019 en 6 II.EE. circunscritas en la cuenca media del Marañón.  

Caracterizar la realidad de los docentes y de las 79 instituciones del nivel de educación secundaria circunscritas en los cuatro distritos con población awajun/wampis requiere de un esfuerzo mayor, no obstante, necesario. Sobre todo, para tomar decisiones que respondan a las necesidades y demandas que exige la población.

Empezaremos reconociendo los antecedentes. Después, profundizaremos en los avances y desafíos que tenemos con la implementación del programa educativo de Formación Técnica. Al concluir, presentaremos algunas recomendaciones para seguir fortaleciendo la propuesta del modelo de educación técnica en esta parte del territorio peruano.

Formación técnica sin electricidad y otros milagros

“(Antes de ser) un colegio que oferta la formación técnica, nuestra planificación era más fácil. Ahora siento que está más difícil porque todo está cambiado”, manifiesta un docente rural de la cuenca del río Santiago. Tiene razón: en principio, este docente proviene de una I.E. rural que tiene un promedio de 180 estudiantes, pero solo dos docentes fueron designados al área de Educación para el Trabajo (EPT).

Generalmente, uno de ellos era delegado a generar iniciativas productivas ligadas a la producción agropecuaria. El otro docente atendía el taller de computación, muy irónico, por cierto, el taller de computación en una escuela donde no existe una sola máquina, es más el mismo docente carecía de esta herramienta. En fin, era la designación de la UGEL y el director de la I.E. tenía que asignar las horas correspondientes para que fluya las horas de trabajo, aún sin que exista la implementación y las condiciones. Cuando el docente menciona que antes era más menos desafiante el trabajo, se refiere básicamente a lo que implicaba el proceso de planificación.

Entonces, ¿Cómo era el trabajo de los docentes de EPT? A esta pregunta uno responde: “En mi caso, hace 2 años tenía mi carpeta pedagógica con mi programación anual, mis unidades y mis sesiones. Solo eso lo actualizaba. Pero los nuevos (los docentes que por primera vez asumen la docencia) sí sufren porque nadie quiere prestar. A veces tienes que gastar plata para conseguir. Así lo conseguí yo. Eso se presenta al director, te aprueba y con eso trabajas”. Esta es la respuesta común de los docentes entrevistados, quienes actualmente vienen asumiendo los cambios que se implementan en el marco de la implementación del modelo de formación técnica.

Formación técnica: mayor demanda, menos oportunidades

De un tiempo a esta parte, las oportunidades formativas para los aspirantes a docentes en la Cuenca Media del Marañón han sido focalizadas en los niveles de educación inicial y primaria. Con el tiempo, y con la continua atención a la política de ampliación de cobertura, se incrementaron las secundarias en el territorio. Un ejemplo de esta afirmación de que en menos de 5 años, a nivel de la provincia de Condorcanqui, hubo un incremento de 32 a 52 secundarias.

Este crecimiento, generó la demanda de docentes en este nivel. Sin embargo, la formación docente en el nivel de educación secundaria estaba dirigida únicamente a las especialidades de Comunicación, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencia, Tecnología y Ambiente. En esa misma línea, también se abrieron posibilidades formativas para Computación, Educación Física y desde la ODEC (Oficina de Educación Católica del Arzobispado) la atención a la formación de docentes de educación religiosa.

Como se puede ver, no hubo una política de formación docente pensada para el área de EPT (especialidad técnica y pedagógica). Actualmente, los 22 profesionales del área de EPT en las instituciones educativas atendidas por el programa Horizontes provienen de institutos tecnológicos, CETPRO (Centros de Educación Técnico-Productiva) y universidades; quienes tienen han logrado formarse en las siguientes especialidades: Computación, Producción Agropecuaria, Industria del vestido, Carpintería, Zootecnia, Ingeniería Agrícola y Forestal, entre otros. Ninguno de los 22 docentes tiene formación pedagógica, sin embargo, por asumir la docencia del área de EPT van aproximándose a la experiencia pedagógica, pero como manifiestan ellos mismos, se necesita un programa formativo que les permita complementar su perfil profesional.

Formación técnica, una historia de retrocesos

Las instituciones de educación secundaria en la Cuenca Media del Marañón se crean como instituciones EBR (Educación Básica Regular). Otras, además, asumen la denominación de colegios técnicos, como el Agroindustrial de Yutupis en el Rio Santiago, el técnico agropecuario intercultural de Mamayaque en Rio Cenepa, el colegio Agro industrial José Gabriel Condorcanqui y el agropecuario Teets Tseje de Nazaret en Imaza.

Sin embargo, en sus años de existencia no recibieron acompañamiento. Mas bien todo lo contrario, como se lee en la memoria del II conversatorio sobre formación técnica en el distrito de Imaza, desarrollado el día 24 de mayo: “La institución educativa Teets Tsejee, inició su funcionamiento como una institución educativa agropecuaria, incluso tenía ingenieros, veterinarios y demás profesionales especializados. Luego, en el 2009, con el cambio del currículo, donde además todas las instituciones pasaron a ser de educación básica regular, y por la demora de su reconocimiento oficial como colegio de variante técnica, perdieron la categoría de ser una I.E. agropecuaria”.

A finales del año 2019, el ministerio de Educación canaliza la consulta a través de las UGEL (Unidad de Gestión Educativa Local) para que las instituciones educativas soliciten su incorporación como colegios que ofertan formación técnica. Este proceso de consulta no fue difundido ampliamente, tampoco hubo celeridad en la respuesta que debían emitir las UGEL, situación que conllevó a que, en la base de datos de colegios con variante técnica, no figure ni un solo colegio de la cuenca del Rio Marañón.

Posteriormente, por incidencia del programa Horizontes, se hizo el trámite respectivo para la incorporación de ocho instituciones educativas que tomaron la decisión de ser colegios que ofertan la formación técnica. Más adelante, las instituciones que no figuran en la base de datos de escuelas con variante técnica demandan su incorporación. A la fecha, no se tiene aún una respuesta sobre la ruta que deben seguir para ser incorporadas.

Un aliado de la formación técnica en la Cuenca Media del Marañón

La propuesta de formación técnica del programa Horizontes contribuye con el proyecto de vida de los y las estudiantes, brindando al adolescente la oportunidad de transitar de la educación básica a la educación superior –tal como lo establece la norma técnica1RVM 176-MINEDU-2021. Norma técnica denominada “Disposiciones que regulan la transitabilidad entre las instituciones educativas de Educación Básica, Técnico – Productiva y Superior Tecnológica”– y/o al mundo laboral, según sus aspiraciones y metas. Esto a través de un conjunto de habilidades técnicas vinculadas al desarrollo local.

Esta apuesta de lo técnico productivo en la Cuenca Media del Marañón lo asume el Vicariato Apostólico San Francisco Javier, estableciendo para ello alianzas estrategicas con diferentes instituciones del ámbito local, regional, nacional e internacional. El programa Horizontes tuvo como punto de partida la licencia social de la comunidad educativa. Un segundo fue la definición de la especialidad en cada una de las instituciones educativas. Se reconoció a aquellas que ya tenían implementación y experiencia de trabajo. Así, se establecieron las siguientes especialidades: Corte Confección, Producción Agropecuaria y Carpintería.

Salvo una, el resto de las cuatro instituciones educativas centrales del programa Horizontes tenían una base en la implementación y la experiencia de trabajo de las especialidades elegidas. Sin embargo, estos avances y potencialidades que tenían las escuelas atendidas bajo el modelo de formación técnica se han visto afectados seriamente por la pandemia. Actualmente temenos colegios técnicos desprovistos de los insumos necesarios para que los módulos formativos empiecen a ser implementados y ejecutados.

La pandemia y la formación técnica

Considerando que para el desarrollo de competencias de las especialidades técnicas se requiere equipamiento e insumos necesarios para cada especialidad, además de un acompañamiento especializado y permanente de los docentes, durante la emergencia sanitaria se ha avanzado muy poco.

No obstante, desde la asistencia técnica del Programa Horizontes, se ha logrado la elaboración de las herramientas para el desarrollo de la formación técnica (organización del área, itinerario formativo, módulo formativo por grado de estudio, planificación anual de proyectos de emprendimiento y proyectos de aprendizaje y sesiones). En paralelo, se ha logrado el establecimiendo de convenios con los CETPRO y Gobiernos Locales y las UGEL (ejecutoras y operativas)2Convenio interinstitucional entre la I.E. Fe y Alegría 62, CETPRO de Jaén y la UGEL IBIR Imaza-Convenio entre la I.E. Villa Gonzalo, La municipalidad de Rio Santiago y la UGEL Rio Santiago-Convenio entre la Municipalidad Provincial de Condorcanqui, la UGEL Condorcanqui y el CETPRO Nieva..

Al retornar cierta normalidad tras lo vivido en la pandemia, se ha empezado a fortalecer las capacidades de 22 docentes del area de Educación Para el Trabajo (EPT) y 3 especialistas de las UGEL, quienes están comprometidos con acompañar y darle sostenibilidad a lo avanzado. El perfil profesional de los docentes de EPT de esta cuenca requiere de una observación más detallada y precisa para que, en función a ello, se planteen algunas alternativas de mejora.

Es sobre este cimiento, de maestros fortalecidos en sus competencias que podremos crecer en la atención a la demanda de formación técnica de las demás instituciones. La gestion de las II.EE. que ofertan este modelo tiene que apuntar hacia la identificación de aliados estrategicos en la jurisdicción de sus instituciones. De lo contrario, solos será casi imposible avanzar y lograr la doble certificación.  

CONCLUSIONES

1. La mayor dificultad que enfrentan las II.EE. que ofertan la formación técnica radica en la implementación de los talleres productivos y la falta de herramientas, equipamiento e insumos para la especialidad de producción agropecuaria. Una manera de garantizar el despegue es la gestión de módulos y kit básicos, con una orientación firme de autosostenimiento posterior.

2. Los profesionales que se suman al trabajo de la formación técnica a través del ejercicio de la docencia desde el área de EPT no tienen formación pedagógica. Es urgente una segunda especialidad o una complementación académica.

3. La gestion de los cuatro CETPRO que existen en el territorio tiene serias dificultades. Las UGEL y los Gobiernos locales pueden capitalizar su existencia para garantizar la transitabilidad y continuidad formativa de los estudiantes que egresan de los colegios con formación técnica3En una I.E. de la Cuenca Media del Marañón se tiene el dato de 57 egresados de educación secundaria, solamente 6 estudiantes lograron ingresar a una institución superior..

4. Promover conversatorios y socialización de experiencias donde el protagonismo lo asuman las II.EE. que vienen trabajando con iniciativas productivas. De ese modo se visibiliza el esfuerzo que vienen haciendo las II.EE. y la suma de esfuerzos interinstitucionales que apuesten por la formación técnica.

5. Dar viabilidad a la certificación técnica, pudiendo ser esta desde la I.E. con el visto bueno de las UGEL o via convenios con los CETPRO. Todavía es un pendiente el establecimiento de convenios con los institutos tecnologicos.

4. En el territorio se tiene poca información respecto a lo permitido por las normativas emanadas del ministerio de Educación. Es necesario difundirlas, principalmente la resolución ministerial 6674RM 667-MINEDU-2018. Norma Técnica denominada “Disposiciones para las instituciones educativas públicas del nivel secundario de la Educación Básica Regular que brindan formación técnica”..

5. Las especialidades elegidas para la formación técnica tienen sesgos de género: Carpintería para varones, Corte y Confección para mujeres. Este será un desafío que no debemos descuidar en el trabajo que venimos haciendo.

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